El Día Mundial del Agua se celebra anualmente el 22 de marzo, por iniciativa de las Naciones Unidas, como un medio de llamar la atención sobre la importancia del agua dulce y la defensa de la gestión sostenible de los recursos de agua dulce.

El agua es esencial y necesaria para la vida de los seres humanos, los animales, las plantas y el resto de los seres vivos. Además del agua para beber, la agricultura, la industria, la higiene y la salud, la calidad ambiental, etc.; las posibilidades de desarrollo de un territorio y su población dependen del agua, de su calidad y de su consumo racional.




Dado que en el mundo 1,2 millones de personas no tienen acceso al agua potable y que el agua contaminada y su suministro inadecuado provocan el diez por ciento de las enfermedades en países en desarrollo, es evidente que todavía falta mucho por hacer.